lunes

Respuesta nº 12

A mi entender, Alejandro Dolina, en su texto, se refiere a que nuestra sociedad vive sumergida en una constante aceleración. La gente no desea esperar, ni perder su tiempo, y por el contrario, prefiere métodos rápidos y, a su criterio, eficaces. Evitan esfuerzos y se limitan a aprender lo mínimo y necesario para conseguir un título, para confrontar la realidad, la rivalidad, la competencia.
Se remontan a un “tren” que te permite llegar muy arriba, o dejarte pasar por otros. Un tren en el que las reglas son la competitividad y el egoísmo, y los que son capaces de subirse, precisan de la aceleración (característica de nuestros tiempos) para superar a los demás.
Sin embargo, yo creo que el beneficio instantáneo que tanto busca la masa, no es sólo el económico, sino que abarca cosas mucho más importantes aún que el mismo dinero. Creo que uno mismo se tiene que sentir más que satisfecho de haber superado un logro propio, y de reconocerse las metas alcanzadas, que según mi opinión son de muchísimo más valor. Tampoco es cuestión de decir que a uno no le importa que los demás lo registren por sus obras, pero no siento que sea lo más importante.
Asimismo, pienso que está en cada uno de nosotros saber manejar sus tiempos; acelerar lo pesado y molesto, en consecuencia, desacelerar en los momentos de disfrute. Pero no concuerdo en que el aprendizaje sea algo tedioso, son las herramientas fundamentales para construir un futuro digno.
Para finalizar, puedo afirmar que las personas cuyas metas son títulos y reconocimientos, son las que se compran el pasaje al “tren”.

1 comentario:

Diego dijo...

Es el "tren de nuestros tiempos" aquí el pasaje ni siquiera se compra, se le roba al vecino. Yo, como vos, prefiero caminar: es más divertido y saludable. Muy bueno el texto!!!!